G. Arce - domingo, 29 de julio de 2018
Autocaravanas aparcadas en la zona habilitada junto al Alcampo, en Burgos capital - Foto: Beatriz Montero
En dos años se han habilitado en la provincia hasta once áreas con 200 plazas para autocaravanas que estos días rozan la saturación
Cientos de autocaravanas y furgonetas, de todos los tamaños y procedencias, recorren este fin de semana las carreteras de Burgos y pernoctan o acampan en sus rincones más atractivos. Es la nueva modalidad de turismo, familiar o en grupos, de movilidad total y con la casa a cuestas, importada desde Centro Europa y que ha entrado con fuerza en España una vez despejados los nubarrones de la crisis. En dos años se han abierto hasta 11 áreas municipales (algunas privadas) especializadas en atender a este tipo de vehículos y a sus ocupantes, y los mapas digitales de referencia para estos turistas señalan más de un centenar de puntos en la geografía provincial para detenerse, descansar o vacacionar.
Los pueblos y la capital han visto un filón económico en este nuevo turismo que, en el caso de los extranjeros (alemanes, holandeses, franceses...), suele gozar de poder adquisitivo y allá donde para consume y gasta. Se han habilitado cerca de 200 plazas además de las ya existentes en los campings, más del 60% de las cuales tienen el reclamo de la gratuidad aunque, sobre el papel, limitan el tiempo de estancia entre 48 y 72 horas. Concretamente, sin contar estaciones de servicio en carretera, a día de hoy, se puede estacionar sin ningún coste, abastecer el vehículo de agua, verter las aguas negras y grises, en seis puntos de la provincia:Briviesca, Burgos, Espinosa de los Monteros, Hontoria del Pinar, Miranda de Ebro y Santa María del Campo. En otros casos, como Aranda, Frías,Lerma o Santelices de Valdeporres, se cobra entre 1 y 10 euros por pernocta y el resto de servicios.
«En este ámbito funciona el boca a boca», afirma Gabriel Guerra Mediavilla, secretario del Club Campista Burgalés, y en estos tiempos se centra en aplicaciones digitales como park4night (de donde recogemos los datos mencionados) y en los comentarios que allí cuelgan sus miles de usuarios por todo el mundo. Así, tras la consulta de estas opiniones, no es de extrañar que haya áreas saturadas -como la del Alcampo en la capital este fin de semana- y otras vacías...
«Burgos es una provincia de paso y el viajero de caravana busca sobre todo la seguridad y la compañía, además de buenos servicios y destinos atractivos; luego cada municipio tiene sus propias normas...», explica Guerra. En el Club Campista Burgalés, que suma un centenar de socios, casi llegan a los 40 vehículos de estas características, la mayoría adquiridos en los últimos años. El paso dado por muchos tiene una motivación clara: la autocaravana aporta más seguridad en carretera que la roulotte (la caravana) y es más manejable.
«Requiere de una inversión inicial importante (el precio medio de estos vehículos está en torno a los 60.000 euros, aunque hay una gran variedad de oferta) pero luego su mantenimiento es asequible y te permite una gran movilidad».
En el primer semestre se han matriculado 3.621 autocaravanas en España, lo que supone un incremento del 11%. En 2017 se vendieron 5.782, un 347% más con respecto a los datos de hace un lustro. Es más, se estima que el pasado año, cuando empezó a ser más que visible el despertar de este turismo, se movieron por España más de 250.000 autocaravanas, una cifra que se podría elevar un 30% si se cumplen las expectativas del sector. Burgos lo notará:es tierra de paso y un descanso muy atractivo.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario